
atravesada a veces por soles centellantes;
las lluvias y los rayos hicieron tal estrago,
que pocos son los frutos bermejos del jardín.
Ahora, que he tocado el otoño de la idea,
es hora de emplear las palas y rastrillos
y agrupar como nuevas las tierras inundadas,
donde las aguas cavan sus pozos como tumbas.
Quién sabe si las flores nuevas con las que sueño
hallarán en el suelo lavado como playa
el místico alimento con que harán su vigor.
¡Oh dolor! ¡oh dolor! Come la vida el Tiempo,
y el oscuro Enemigo que el corazón nos roe
con sangre que perdemos crece y se fortifica!
L'Ennemi
Ma jeunesse ne fut qu'un ténébreux orage,
Traversé çà et là par de brillants soleils;
Le tonnerre et la pluie ont fait un tel ravage,
Qu'il reste en mon jardin bien peu de fruits vermeils.
Traversé çà et là par de brillants soleils;
Le tonnerre et la pluie ont fait un tel ravage,
Qu'il reste en mon jardin bien peu de fruits vermeils.
Voilà que j'ai touché l'automne des idées,
Et qu'il faut employer la pelle et les râteaux
Pour rassembler à neuf les terres inondées,
Où l'eau creuse des trous grands comme des tombeaux.
Et qu'il faut employer la pelle et les râteaux
Pour rassembler à neuf les terres inondées,
Où l'eau creuse des trous grands comme des tombeaux.
Et qui sait si les fleurs nouvelles que je rêve
Trouveront dans ce sol lavé comme une grève
Le mystique aliment qui ferait leur vigueur?
Trouveront dans ce sol lavé comme une grève
Le mystique aliment qui ferait leur vigueur?
— Ô douleur! ô douleur! Le Temps mange la vie,
Et l'obscur Ennemi qui nous ronge le coeur
Du sang que nous perdons croît et se fortifie!
Et l'obscur Ennemi qui nous ronge le coeur
Du sang que nous perdons croît et se fortifie!
— Charles Baudelaire
Este poema está atravesado por la idea del tiempo, un tiempo que ha fluido a lo largo de su vida, una vida dura desde la juventud donde "la tormenta" lo abatió y no ha permitido que florezca nada en su jardín.
Esta vida que lo consterna está ajustada a la idea de una vida moderna, ágil, que no permite que el ser humano desarrolle su sensibilidad y allí se gesta el tedio vital, el mal del siglo; el spleen.
Podemos notar cómo resaltan las figuras de la naturaleza, una naturaleza que acompaña el sentir del yo lírico.
La posibilidad de algo bueno es simplemente un sueño, que él mismo duda que sea posible.
Y en la última estrofa se ve claramente la relación con el Spleen, la anáfora marcada en
<<¡Oh dolor! ¡oh dolor!>> nos permite observar que todo en la vida pasada y presente del yo lírico está atravesado por un dolor persistente.
Y luego, la vida se va con el tiempo y aparece la figura del Enemigo, que nos roe el corazón, por tanto este enemigo es un roedor que crece y se hace fuerte con nuestra sangre, con nuestra voluntad, con nuestras ganas de vivir.
¿Quién es entonces el Enemigo?
Prof. Emily Cabrera M