Las artes se han desarrollado al compás de las inquietudes, apetencias y dictámenes de la sociedad. En la estrecha relación entre los artistas y quienes se transforman en tales por el mero hecho de la contemplación, es decir, el público, participantes activos en la cadena de comunicación que establecen los escenarios, se basa la historia del teatro.
La reproducción escénica es igual a la recepción social en cierta medida, ya que muchas veces lo que se representa, es lo que se vive.
La historia del teatro es la historia de un enganche entre artistas y público, de una satisfacción estética. Se prolonga lentamente por las banderías del XVIII hasta introducirse en las tertulias decimonónicas. El teatro entonces, se adentra en el siglo XX por los caminos de una polémica crisis, siempre de tono intelectual, que alcanza al público tardíamente.
La sociedad moderna fue reclamando espacios propios para la ocupación de su ocio, la burguesía pagó teatros y producciones, y así sería su gusto el que se impondría. Ese fue también el punto de partida del panorama con el que el teatro europeo se abrió en el siglo XX.
Sociedad teatral de principios de siglo
El teatro español llegaba al siglo XX en una de sus etapas más florecientes. Disponía de un público fiel que iba al teatro de forma regular. La escena no eras solo la ocupación para llenar el ocio, sino que también se intercalaba e integraba con la vida social.
Los teatros multiplicaban sus funciones y ofertaban una variedad de precios sorprendentes con el fin de no perder clientes. La especialización de teatros por género era algo habitual. Lo único que podía hacer sombra al teatro eran las corridas de toros.
Características básicas del teatro español de las primeras décadas del siglo XX:
- Presencia de un público numeroso y en aumento. España había sacado provecho de su neutralidad en la primera guerra mundial, esto permitió un crecimiento enorme sobre todo en sus clases medias. Los campos empezaron a tener una lenta despoblación, y la s ciudades se vieron beneficiadas en enormes movimientos migratorios.
- Enorme variedad de géneros. Existían las comedias, dramas, sainetes, zarzuelas, circo, magia… incluso teatros privados o íntimos, en que se opdía ver aquello que los comerciales no mostraban, el “tras de escena”.
- La escena era el objetivo de cualquier escritor. No Esto les permitía hacerse conocidos y así seguir en el camino de la escritura. Esto también acarreaba una constante demanda de obras, la urgencia de servirlas, y la lógica ausencia de innovaciones conformó un tipo de comedia, por ejemplo, que funcionaba muy bien para el público.
Fuente: Literatura y sociedad, el papel de la literatura a comienzos del siglo XX. Congreso Nacional Literatura y Sociedad (1. 2000. A Coruña).